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Cibersociología y sociólogos en Microsoft

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Marc Smith

La masiva expansión de Internet ha propiciado la concurrencia de un sinnúmero de personas para realizar diversas actividades que oferta el mundo virtual.

Uno de los resultados inmediatos estriba en la proliferación de información y confesiones personales que generan una suma considerable de datos propicios para el análisis social de diversos fenómenos.

Marc Smith, un sociólogo forjado bajo la teoría de la acción colectiva y quien actualmente labora en el Microsoft Research, encontró en las comunidades online un lugar idóneo para el estudio de la cooperación productiva mediada por ordenadores.

En una entrevista, publicada en 2007 por Technology Review, Marc Smith relata puntualmente su labor sociológica con el gigante del software y la importancia que éste confiere al estudio de comunidades virtuales a fin de implementar estrategias a productos específicos como son la consola de videojuegos Xbox y Windows Vista.

Marc Smith participa en numerosos proyectos entre los cuales destacamos Project AURA, un sistema electrónico que sirve para valorar productos comerciales mediante un lector de código de barras y servicios web. Otro proyecto en el que colabora es NetScan, una colección de datos abierta al público que provee informes detallados sobre la actividad de los grupos de noticias de Usenet.

Desde nuestro punto de vista resulta novedoso y relevante para el campo de la (ciber)sociología el análisis de datos emanados de personas geográficamente dispersas, y más aún cuando éstas, en muchos casos, revelan información tan íntima de la vida cotidiana que ninguna sofisticada técnica de recolección de datos sería capaz de obtener.

Ahora bien, imaginemos la cantidad de datos sociológicos que podrían arrojar la base de datos de diversos servicios que ofrece Google en materia de comunicación, ofimática, localización geoespacial, fotografías, videos, e incluso de salud.

  1. Irwin dice:

    Creo que lo mejor para un cibersociologo es estar del lado del conocimiento libre y no corporativo. A alguien le interesa el fenómeno GNU-Linux? Como teoría de ideas, como política social tecnológica. Microsoft que puede aportar? Creo que nada.

    • Isaac Toro dice:

      Estoy en desacuerdo con vos en ese sentido, como ciencia, la cyber sociología debe estudiarlo todo sin prejuicio, es allí donde esta el conocimiento. Entiendo lo que es el código abierto y el software libre, pero solo es otro objeto de estudio. Lo que deberá interesarle al cyber sociólogo son las relaciones, acciones y comportamientos que se dan en los humanos en un entorno virtual.

  2. Naxos dice:

    Ya veo Chris. Pues si hay que ver que cada vez que damos “enter” a nuestros comentarios, o “publish” a nuestros posts, estamos llevando a un horizonte de codificación binaria nuestra información, donde se cristaliza en el tiempo ese dato, de un modo rastreable y permanente. Pero serían intereses muy específicos los que moverían a usar esa info menos estadísticamente o, por el contrario, hiperestadísticamente, es decir, para alimentar una base de datos de tipo “síntesis adn”. La verdad es que antes que eso hay que pensar en una revolución mediática, por ahí es mi interés de comprender el potencial social de estos medios, en relación directa con las subjetivaciones. Si me lo preguntas, creo que hasta el momento la era mediática ha sabido responder y cooptar las transformaciones tecnológicas online devenidas de la era infórmática, pero ello no ha sido culpa de los dispositivos en sí, sino de la conceptualización que los usuarios han hacen de su empleo. Hay aún muchísimo ombliguismo que refuerza la cerrazón de escafandras.

  3. daniel dice:

    Es intersante saber que esta empresa cuenta con un sociológo, ya que le permite analizar el contenido de las ideas de las masas y su coyuntura, conocer sus intereses y sobre todo, conocer las espectativas de las personas en el uso de las Nuevas Tecnologías.

  4. ch dice:

    @Naxos, concretamente me refiero a que la base material que da soporte a distintos servicios “innovadores” en Internet y que permite la confluencia, creación y recreación de microuniversos, resguarda una inmensa cantidad de datos medibles y cuantificables, esto es, nuestra huella digital en el ciberespacio. Toda evidencia de interacción es tangible y se encuentra contenida en servidores y data centers. Suena un tanto paranoico pero podría afirmar que el adn de la información se encuentra en probetas.

  5. Naxos dice:

    “Pero pienso que el precio es en ocasiones alto”
    Ah caray christian… estaría bueno que extendieras tu preocupación. ¿A qué te refieres con ello?
    Puedo sospecharlo, pero quisiera ver qué me dices.
    salud

  6. ch dice:

    Aquí sin duda la privacidad y protección de datos son temas que salen a la luz. Al parecer Google retiene casi por un periodo de dos años la información personal de sus usuarios so pretexto de mejoras en sus aplicaciones y servicios informáticos, lo cual no pongo en duda. Sin embargo, la aplicación de estos datos en un modelo de negocios, por ejemplo Adwords, puesto en marcha en una aplicación tan “privada” como es la lectura de un correo electrónico en Gmail, suscita reticencias normativas.
    Respecto a lo que mencionas @Naxos también me parece relevante el nuevo abanico de (re)significaciones que propician estas nuevas dinámicas identitarias. Pero pienso que el precio es en ocasiones alto.
    Saludos

  7. Naxos dice:

    Hola Christian !!
    Bueno, pues en lo personal este tipo de investigación se me hace un tanto mercenaria y obsoleta para el desarrollo teórico de lo que sí, en efecto, acaso podríamos considerar como una cibersociología. Vale mejor ver los modos de apropiación de los dispositivos, desde una teoría de la recepción un tanto más pragmática que la que saca conclusiones estadísticas muy parciales de datos muchas veces pasajeros. Si bien en términos de recolección no está mal, los resultados que se puedan obtener e interpretar de dicha estadística no pasan de ser instrumentales. A mi me interesa más la lógica práctica del uso de estos dispositivos interneteros, de estas formas sintéticas de interacción virtual, y de las transformaciones que implica en la construcción de una personalidad en línea: algo así como una nueva microsociología o incluso tal vez una micrología social ¿no crees?

  8. lu. dice:

    La “inocencia” de estos servicios oculta, sin duda, el enorme interés que generan estas comunidades en las corporaciones y sus investigadores. Hace apenas un par de semanas había por doquier mensajes alarmantes sobre el supuesto uso que ciertos grupos políticos hacen de la información de un servicio popular, Facebook. Pienso, sin embargo, que los servicios confesionales en Internet no son novedosos; parte de lo novedoso es la masiva e irreflexiva participación en ellos. (Desde luego, hay novedades tecnológicas en cuanto a la programación, los entornos y la colaboración entre ellos. En Hi5 podemos importar nuestros contactos desde los principales dominios de correo electrónico, por mencionar un ejemplo.)
    Algunas veces me agrada el uso ignorante o malicioso de estos servicios que no permiten la consistencia de las bases de datos, o que algunas veces las hace redundantes.
    Por otra parte, sin duda es inimaginable la cantidad de datos que podríamos obtener de los robots. Basta con conocer Google Analytics para imaginar lo que puede saberse de nuestros hábitos de navegación y confesión pública.
    Interesante, pues. Gracias por el artículo.
    Suerte a todos.

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