¡Qué semejanza tan perfecta la de nuestras dos manos!, y, sin embargo, ¡qué desigualdad más irritante!
Para la mano derecha son los honores, los comentarios más lisonjeros, las prerrogativas. Ella actúa, ordena y ‘coge’. Por el contrario, la mano izquierda es despreciada y reducida al papel de humilde auxiliar, sin que pueda hacer nada por sí misma, más que asistir, secundar y ‘sujetar’.
La mano derecha es símbolo y modelo de todas las aristocracias, la mano izquierda, de todas las plebes.Pero, ¿cúales son los títulos de nobleza de la mano derecha?, y, ¿de dónde viene la servidumbre de la izquierda?
– Robert HERTZ, La preeminencia de la mano derecha: estudio sobre la polaridad religiosa.