Macarena García entrevista al sociólogo español Manuel Castells. Diario El Mercurio, 28 febrero 2010. En la actualidad Manuel Castells se desempeña como Ministro de Universidades en el gobierno de Pedro Sánchez.
Manuel Castells¿Qué tan revolucionaria es la capacidad de internet de ofrecer contrainformación a los controles gubernamentales o información alternativa a la de los grandes consorcios mediales?
Como internet es difícilmente controlable, escapa a los controles de los gobiernos y de los medios de comunicación controlados por las corporaciones mediáticas. Incluso cuando poseen las webs de internet tienen que aceptar la libre comunicación de contenidos porque, si los controlan, es fácil para unos jóvenes sin apenas dinero lanzar otro espacio de comunicación social en la red que atrae a millones de usuarios.
En vez de la llamada “brecha digital” usted habla de la brecha entre conectados y desconectados.
… la idea de brecha digital es poco relevante porque es un desfase en el tiempo más que una diferencia en la sociedadLa brecha digital tradicional se pensó como oposición entre conectados y desconectados. Yo siempre dije que era cuestión de tiempo hasta que todo el mundo se conecte (o todo el mundo que quiera), como con la electricidad. Después existe la diferencia entre calidades de conexión, hoy día la banda ancha es esencial. Y hay otra brecha, que es la educativa, el nivel cultural de las personas, que se amplifica en un mundo de internet. Pero no hay que llamarla digital, sino educativa. La verdad, la idea de brecha digital es poco relevante porque es un desfase en el tiempo más que una diferencia en la sociedad, al menos tendencialmente.
Usted dice que la razón última detrás de las legislaciones contra la pornografía infantil en la red y contra la piratería es el deseo de los gobiernos de controlar la red. También critica que se deje la regulación de internet al libre mercado, ya que eso sólo aumenta el control de las grandes corporaciones. ¿Qué debiésemos hacer con internet entonces?
Internet es el instrumento fundamental de la libre expresión y por tanto debería haber garantía constitucional, apoyada por la justicia, de acceso libre y universal por parte de todos y de libertad de comunicación en el mismo. Si hay actividades delictivas en internet, como la pornografía infantil o el fraude, deben ser perseguidas como tales, por aplicación de la legislación general de la sociedad, no con control preventivo por si acaso. Y sobre la base de un servicio universal garantizado por el gobierno, las empresas pueden lanzar iniciativas que la gente puede o no aceptar y pagar por ellas si les interesa. Pero no hay que pagar por el servicio más de lo que se paga por las tarifas de conexión telefónica con precios regulados por el gobierno.
Usted ha estudiado el contexto chileno y en su libro aparecen unas cuantas menciones a nuestro país. ¿Qué posición tiene Chile en esta sociedad red? ¿Cómo puede convertirse en un nodo de interés para el sistema?
Chile es la sociedad red más desarrollada de América Latina, no sólo por tener más y mejores conexiones de internet y comunicación móvil, sino porque tiene un nivel educativo muy superior al de los otros países de la región Chile es la sociedad red más desarrollada de América Latina, no sólo por tener más y mejores conexiones de internet y comunicación móvil, sino porque tiene un nivel educativo muy superior al de los otros países de la región, aunque haya mucho por hacer. Chile es ya un nodo significativo en lo tecnológico, en lo económico y en lo cultural de la sociedad red global. Chile es hoy día un país de los llamados desarrollados. Ahora tendría que concentrarse en incrementar el bienestar social y la equidad y en mejorar su sistema universitario que es cuantitativamente bueno, pero cualitativamente no tanto.
Da ejemplos en distintos temas de cómo internet está cambiando a la sociedad. De los escándalos destapados allí a manifestaciones globales como La Hora del Planeta.
Si tuviera que sólo dar un ejemplo del poder de internet en la década pasada, ¿cuál escogería?
La campaña de Obama, que cambió fundamentalmente el sistema de poder político en el país más importante del mundo. Incluso, aunque ahora Obama se enfrente a movilizaciones en internet en contra de él; eso es una prueba de un despertar ciudadano en Estados Unidos que encuentra vías de participación y movilización que no suelen darse en países donde todo se limita a votar cada equis tiempo.
En el libro explica que la importancia de la emoción en las decisiones de los votantes está siendo tomada en serio en estudios recientes.
Toda política es simbólica. Lo que ocurre es que ahora hay más conocimiento y conciencia de cómo se pueden utilizar las emociones en política. La política son emociones en primer lugar. La racionalidad no existe en política, aunque sí en las políticas que se llevan a cabo desde los órganos de poder a los que se llega mediante la activación de emociones.
¿Ha disminuido internet la soledad de la gente?
Indiscutiblemente sí, con los datos en la mano, en base comparativa, incluido Chile. Lo cual no quiere decir que no haya gente sola y deprimida, que son legión. Pero con internet está menos sola.
—Extraído de El Mercurio
Al amigo Javier y su ironía le recuerdo que potencias como EE.UU. se han visto sobrepasadas por catástrofes naturales, basta recordar a Katrina, o las últimas nevadas en Europa en Diciembre y el colapso de los aeropuertos para darse cuenta que lo que plantea Castells en la entrevista no tiene relación con teléfonos satelitales.
Perdón, una acotación al comentario anterior, un terremoto de 8,8 grados richter, que sociedad y sistema de telecumicaciones sobrevive inmune, javier, dame un caso.
Creo que la reciente tragedia (terremoto) demuestra que sobre la apariencia, lo que manda es la densidad, la resiliencia, la profundidad de dichas redes, digitales, sociales, humanas; de alta y bajisima tecnologia. “[L]a sociedad red más desarrollada de América Latina” esta urgida de telefonos satelitales donados porque su infraestructura de telecomunicaciones y electrica no ha podido recuperarse a la velocidad requerida y la información de urgencias, victimas y daños no fluye, y menos llega la ayuda con la prisa que el hambre y la sed demandan.