Al volver de su servicio militar, Pierre Bourdieu, ya había trabajado sobre el terreno. Por aquel entonces ya prometía todo lo que ha conseguido: ser uno de los grandes de su generación; no dejaba adivinar en lo que se ha convertido, un jefe de secta seguro de sí mismo y dominante, experto en intrigas universitarias, despiadado con los que podían hacerle sombra. Humanamente esperaba otra cosa de él.
ARON, Raymond, Memorias