Un indicador que podría ayudarnos a medir el progreso y rezago de las instituciones académicas a nivel de producción científica sin duda lo constituye el registro de artículos académicos (papers) en un campo determinado del conocimiento. Para tal caso la revista londinense Times Higher Education publicó hace algunas semanas un sugestivo ranking mundial sobre el impacto y producción de publicaciones académicas en Ciencias y Ciencias Sociales.
De forma general las cifras no arrojan resultados sorpresivos: Estados Unidos de América produce cerca de la tercera parte (31.11%) de la literatura científica en el mundo. Sin embargo, un dato que sugiere diversas hipótesis, ajeno a la cuantificación directa de documentos académicos, se refiere al porcentaje relativo de impacto, es decir, al número de veces que un artículo es citado por otro. Suiza y los Países Bajos son un caso ejemplar que presentan porcentajes elevados de influencia (+63 y +49 respectivamente) muy por encima de Estados Unidos (+46), lo que demuestra que diversas variables como la lengua, la tradición científica, la visibilidad editorial, las políticas educativas y el sistema de universidades, entre otros, condicionan el impacto de citación.
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Otro dato que salta a primera vista es el lugar que ocupa China en la tabla. A pesar de situarse en el segundo puesto en cuanto al número de papers publicados (413,326), su porcentaje de impacto es muy bajo (-38%), sugiriendo con ello que la variante lingüística es el factor más importante de tal resultado. En esta misma línea si omitimos el lugar de China en la clasificación observamos que de forma general la lengua inglesa es el idioma dominante de la ciencia.
En el caso latinoamericano Brasil es el único país que aparece en la lista con 2.08% de la producción mundial total y un alto déficit de impacto (-37).
—Visto en el blog de José Joaquín Brunner
Vaya…
Muy interesante encontrar cotejado el impacto con el volumen.
Cabe destacar que Suiza y Suecia a pesar de que tienen un volumen bajo, tienen un alto impacto